En esta época de cambios la práctica del deporte ha visto un crecimiento muy importante. Si bien de un modo particular, privilegiando la actividad física individual, o en pequeños grupos, sobre los deportes de conjunto. En este contexto hoy hablaremos de las lesiones deportivas y cómo brindarles atención.
Los beneficios de incrementar el movimiento sistemático, esforzado, y regular del cuerpo son visibles para todos. Sin embargo también hay que considerar algunos riesgos que entraña la actividad física virtualmente dirigida con o sin retroalimentación y sobretodo la actividad autoguiada: hacer ejercicio siempre conlleva la posibilidad de lesionarse, pero cuando lo hacemos solos – y no tenemos mucha experiencia en el tema- el peligro es mayor.
Las lesiones deportivas pueden suceder por accidente, pero también pueden derivar de la falta de condición física, las malas prácticas, de la utilización incorrecta del equipo, o hasta de la falta de calentamiento previo y estiramiento posterior.
En este reciente auge del ejercicio hecho en casa, o hecho en privado, muchas personas deciden incluir a sus hijos; lo cual resulta más que conveniente, casi adecuado. No obstante ello significa no sólo ser responsable de lo que le puede suceder al propio cuerpo, sino también al de los niños.
Acudir a un guía veraz, certificado en el tema, es imprescindible. Pero, insistimos, nadie está exento de los percances. Es por ello que en esta entrada queremos reconocer las lesiones, y describir algunos rasgos de su prevención y tratamiento.
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Lesiones comunes
Hay dos géneros de lesiones deportivas: las agudas, que suceden durante la práctica deportiva, y las crónicas, que ocurren después de mucho tiempo de hacer ejercicio.
Las lesiones deportivas más comunes, como es de esperarse, corresponden al sistema locomotor; las más frecuentes se localizan en las extremidades, principalmente en las inferiores. Entre ellas se cuentan: contusiones superficiales, dislocaciones y fracturas, desgarres en músculos y tendones, y esguinces de ligamentos; las rodillas y los tobillos son las articulaciones más propensas a sufrir lesiones.
Tratamiento
Para ambos tipos de lesiones es imprescindible acudir al médico a la brevedad posible; especialmente cuando se trata de las agudas, que suelen sobrevenir como un accidente. Como en cualquier ámbito, el autodiagnóstico y la automedicación son la peor práctica.
El hecho de que el tratamiento de una lesión suela ser semejante en la mayoría de casos no significa que la fórmula deba ser replicada siempre. Lo más común es comenzar con la desinflamación con hielo, seguir por la compresión, elevación (por arriba del corazón), y finalmente por el reposo. Muchas lesiones requieren la administración de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. La inmovilización se recomienda en lesiones profundas, y en casos críticos hay que recurrir a la cirugía.
La rehabilitación es necesaria en todas las lesiones, por más sencillas que parezcan; permite la correcta recuperación y reduce la reincidencia; si, por el contrario, se pasa por alto, la lesión puede durar años, nunca sanar del todo, o reaparecer de improvisto.
Prevención
Nuestras recomendaciones para la prevención de lesiones, enfocadas a la actividad eminentemente en solitario, apelan a la prudencia.
- Utiliza siempre el equipo adecuado: calzado, ropa, y por supuesto, equipo de protección y seguridad. Consigue todo lo que necesitas en NORMAX, Equipamiento Deportivo.
- Revisa las superficies y el espacio en general donde realizarás la actividad en busca de irregularidades o peligros.
- Prepárate para la actividad con calentamiento y estiramiento previos.
- Recupérate con estiramiento posterior.
- Aliméntate previamente; hidrátate antes, durante, y después del ejercicio.
- Infórmate en fuentes fidedignas y certificadas; consulta tus dudas con un especialista.
Actuando con responsabilidad el deporte y la actividad nos reportan sólo beneficios. Te compartimos una nota donde conocerás la relevancia del descanso al hacer ejercicio.